A finales de 2024, España alcanzó un hito importante en su transición energética al contar con 32.350 MW de capacidad instalada de energía solar fotovoltaica, superando ligeramente a la energía eólica (32.104 MW) y consolidándose como la tecnología líder en el país. Esto representó aproximadamente el 25% de la totalidad de capacidad instalada. Durante 2024, la energía solar fotovoltaica generada también estableció un récord al producir 44.520 GWh (esto es un 18,9% superior a la producción durante el año 2023), lo que equivale al 17% de la electricidad generada en España.
En junio de 2025, la generación fotovoltaica alcanzó un nuevo máximo histórico, con 5.997 GWh, un 25% más que en junio de 2024. Este dato refleja que la energía solar representó el 26% del mix eléctrico durante ese mes, consolidando su papel clave en el sistema energético español.
Evolución de los precios en el mercado mayorista durante las horas solares
Durante los últimos años se ha producido una notable disminución de los precios en el mercado mayorista en las horas de mayor generación solar, llegando incluso a marcar valores negativos. Este fenómeno, conocido como “canibalización de precios”, ya es común en varios mercados europeos y se debe principalmente a tres factores:
- El aumento de la penetración de energías renovables en el mix eléctrico, que cubre gran parte de la demanda nacional durante determinadas horas.
- El estancamiento de la demanda, impulsado por la ralentización de la actividad industrial en España.
- La limitada capacidad de almacenamiento y exportación de energía a otros países.
La oportunidad de ser una potencia solar
España cuenta con uno de los mayores recursos solares del mundo, lo que le permitió situarse entre los 10 países con mayor generación de electricidad a través de fuentes solares en 2024. Sin embargo, la persistencia de precios bajos o negativos en el mercado mayorista podría desincentivar la inversión en nuevos proyectos solares, ya que los inversores necesitan garantías de rentabilidad para seguir apostando por esta tecnología.
If the downward price trend continues during solar hours, Spain could stop receiving investments and lose a historic opportunity.
Posibles soluciones
España tiene un enorme potencial para convertirse en una potencia solar a nivel europeo, lo que no solo garantizaría precios de electricidad más competitivos, sino que también atraería a la gran industria a establecer sus operaciones en el país. Para alcanzar este objetivo, es crucial seguir impulsando el desarrollo de parques renovables, especialmente solares. Sin embargo, frente al desafío de la “canibalización de precios”, es necesario implementar soluciones que mantengan atractiva la inversión en generación solar.
En nuestra opinión, las siguientes medidas son clave:
- Fomentar el desarrollo de sistemas de almacenamiento: La implementación de tecnologías como baterías permitiría almacenar la energía generada durante horas de precios bajos o negativos, para utilizarla en momentos de menor producción renovable. Esto no solo optimizaría el uso de la energía, sino que también estabilizaría los precios del mercado.
- Ampliar las interconexiones con países vecinos: Fortalecer las conexiones con Francia y Portugal facilitaría la exportación de excedentes energéticos. Esta medida sería aún más efectiva si se combina con un sistema de almacenamiento robusto, ya que permitiría exportar energía en función de la demanda de los países vecinos, maximizando así la rentabilidad.
- Actualizar y modernizer la red de distribución para poder dar cabida a nueva generación y demanda: Tal y como recientemente comentamos en nuestro artículo Saturación del Sistema de Distribución Español es necesario un plan solvente de inversión para los próximos años que permita mejorar las redes de transporte y distribución para adaptarlas a la nueva capacidad prevista de generación.
Con estas estrategias, entre otras, España podría maximizar su potencial solar, asegurar la rentabilidad de las inversiones y consolidarse como un referente en Europa para empresas que busquen costes de producción competitivos. Este enfoque no solo beneficiaría al sector energético, sino que también impulsaría el crecimiento económico y la sostenibilidad del país.
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